Principales medios para el control de la hemostasia quirúrgica en pequeños animales
Gerardo García
Servicio de Cirugía y Anestesia. Hospital Veterinario Puchol, Madrid.
RESUMEN
La hemostasia quirúrgica es el conjunto íntimo de procesos que mantienen el flujo sanguíneo de manera simultánea a la respuesta trombótica que se produce ante el desarrollo de una lesión vascular asociada al procedimiento quirúrgico1, presentando relevancia durante el periodo perioperatorio ya que se trata de un mecanismo de defensa que junto con la respuesta inflamatoria protege la integridad del sistema vascular después de una lesión tisular y por tanto presenta una influencia notable sobre el pronóstico de nuestros pacientes, generando las anomalías en este conjunto de procesos, repercusiones negativas que van desde el impacto sobre la técnica quirúrgica al reducirse la visibilidad del campo quirúrgico, al incremento del riesgo de infección, y el retraso en la cicatrización al interferir con el soporte sanguíneo tisular, así como la deficiente aposición de los tejidos, o la inhibición de sistema fagocítico mononuclear, presentando como últimas consecuencias el desarrollo de shock, hipoxia y parada cardiorrespiratoria.
Esta revisión científica trata de indagar en aquellas técnicas que permitan controlar el sangrado perioperatorio, así como establecer una óptima hemostasia quirúrgica, tal y como determinan los principios de Halstead, centrándose en los aspectos clave del uso de pinzas hemostáticas, ligadura no convencional (p. ej., hemoclips), electrobisturí, láser u otras como el uso de diversos sistemas hemostáticos (p. ej., gelatina o colágeno) o agentes sistémicos, basándose su elección en el tipo de sangrado, el procedimiento quirúrgico y la disponibilidad de los mismos.